
23 Abr El Pan y la Obesidad
[vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][vc_empty_space][vc_column_text]El pan es uno de los múltiples factores de están incrementando la epidemia de obesidad en el mundo.
Cuando digo esta frase me caen palos por todos lados:
“Eso no es verdad, de toda la vida se ha comido pan y no había tanta obesidad como ahora”
Para empezar la frase “de toda la vida” es demasiado subjetiva, toda la vida es mucho tiempo, el pan se inventó con la agricultura y eso puede llevarnos hacia atrás unos 10.000 años aprox. La existencia del ser humano como tal es de millones de años, así que la agricultura en comparación, estamos hablando “de antes de ayer”.
Si lo que queremos decir con toda la vida es que nuestros abuelos comían pan y no había tanta obesidad también se puede rebatir.
El pan que comían nuestros abuelos no tiene nada que ver con el pan que comemos ahora, eso no quita que tampoco fuera un alimento imprescindible, pero si barato, harina, levadura, agua y sal.
Nuestros abuelos necesitaban hacer un trabajo físico muy grande para ganarse la vida y el pan.
“ Ganarás el pan con el sudor de tu frente” rezan los escritos, ahora vas al súper y tienes mil y una clases de panes diferentes y a cada cual más cutre, insano y ultraprocesado, sin olvidar que para ganártelo vienes de estar sentado 8 horas delante de un ordenador, con el culo pegado a una silla súper ergonómica con tracción a las 6 ruedas, estabilidad lumbar, suspensión hidráulica y apoyabrazos .
El pan de por sí no tiene grandes nutrientes y aun así la industria ha refinado tanto la harina de su composición que la ha dejado sin propiedades algunas aportando solo carbohidratos simples, calorías vacías, sin el más mínimo aporte de nutrientes y cantidades excesivas de sal, azúcar y dudosas grasas vegetales por muy alto oleico que quieran llamarlo.
La comunidad científica gritó a los cuatros vientos que esto del pan era un ultraje, que nos estaban engordando como a gorrinos, la industria empieza a ofrecer el mismo pan, pero ahora lo llama “ INTEGRAL” y nos dice que “ LLEVA FIBRA”, como el de nuestros antepasados.[/vc_column_text][vc_single_image image=»2925″ img_size=»full» alignment=»center» qode_css_animation=»» css=».vc_custom_1619169880680{margin-top: 20px !important;margin-bottom: 20px !important;}»][vc_column_text]Nos la vuelve a colar de una forma cruel e inhumana, utilizando la misma harina refinada y le echan el salvado de trigo, la fibra que le quitaban al refinarla.
¿Os dais cuenta?
Ni siquiera se preocuparon de utilizar harina integral, utilizaron la refinada y le añadieron el salvado aparte, y siguieron vendiéndonos esa mierda como integral, haciéndonos creer que, por el color marrón característico de la fibra, estábamos comiendo pan integral.
Por supuesto nosotros nos lo volvimos a creer, hasta que otra vez y viendo que la mentira era cada vez más latente, se oyeron voces que pedían un pan integral de verdad y que la ley fuera más tajante con esto.
La nueva ley exige en el etiquetado llamar pan integral al pan hecho con harina integral.
El daño ya está hecho, ante tanta desinformación no sabemos distinguir el auténtico pan integral. Nos han bombardeado con pan Multicereales, pan de semillas, pan de masa madre… estamos tan hastiados que ni siquiera nos paramos a pensar que ya nada de eso importa porque siguen llevando aceites vegetales, azúcares añadidos y cantidades ingentes de sal.
Recapitulando
Ahora tenemos en el súper miles de panes de dudosa calidad, algunos con harinas integrales, otros con mezclas de harinas, con semillas o sin ellas, levaduras, masas madres, padres y hermanos. Han diversificado el mercado vendiéndonos el mismo perro con distinto collar.
A todo esto
Cuando alguien levanta la voz para buscar una solución, suele ser siempre la misma:
“Hay que buscar el pan de verdad, el de nuestros abuelos, busquemos obradores que hagan pan de verdad, de calidad, compremos una panificadora que se vende en grandes cadenas y luego compremos la harina que venden de diversas clases para esta máquina y así hacemos nosotros el pan a nuestro gusto y con ingredientes de primera calidad”.
El caso es buscar la manera de comer pan, sea como sea, a cualquier precio, de cualquier manera.
¿Qué pasaría si no comiéramos pan? ¿Y si no fuera el pan un pilar importante de nuestra alimentación? ¿Por qué no se le ha ocurrido a nadie NO COMER PAN HABITUALMENTE?
A la industria no le interesa que te hagas esta pregunta, y para ello inventa los sucedáneos;
- ¿El pan blanco es malo? Te lo vendo con fibra.
- ¿El pan con fibra no lleva harina integral? Te lo vendo con harinas integrales.
- ¿El pan lleva levadura artificial? Te lo vendo con masa madre.
- ¿El pan lleva gluten? Te lo vendo sin gluten.
La industria te va a vender lo que sea con tal de que sigas comprando y consumiendo.
¿La leche te sienta fatal? Te la vendo sin lactosa.
¡TU NO DEJES DE COMPRAR![/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][vc_widget_sidebar sidebar_id=»footer-entradas»][/vc_column][/vc_row]
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